Historia

Este palacio es uno de los más interesantes edificios de arquitectura civil de Sangüesa-Zangoza, cuya fecha aproximada de construcción se sitúa en el primer cuarto del siglo XVII.

Originariamente fue palacio de los Ongay, pues fue mandado construir por Blas de Ongay Iriarte, de la noble familia sangüesina de este apellido. Su hija se casó con Juan Echeverri y Echenique Lesaca Bernía, natural de Arnegui (en la Baja Navarra). En el ostentoso escudo de la fachada figuran tres veneras de plata, ajedrez, león y aspas de oro y jabalí cruzado a un árbol que corresponden a sus cuatro apellidos, más el escusón central con las tres panelas o corazones de los Ongay, apellido de la mujer.

Más tarde, ya en el siglo XIX, fue su propietario Don Leopoldo de Gregorio y Paterna, marqués de Vallesantoro, Virrey de Navarra, casado con doña Mercedes Ayanz de Ureta. Una remodelación, probablemente de esta época, añadió al edificio la portada barroca avanzada hacia el neoclasicismo (frontón y escudos neoclásicos) y el último piso del patio que lleva, al igual que la portada, columnas salomónicas.